Tratar de apoyar a un amigo o ser querido es muy comprensible. Si bien puede ser tentador asumir la responsabilidad y reservar sesiones de asesoramiento para ellos en su nombre, esto podría ser contraproducente para ambas partes. Lo mejor que puedes hacer es ser solidario, validar su situación e invitarlos amablemente a buscar ayuda. Si están de acuerdo con esto, puedes sugerir un consultor que te parezca adecuado. Sin embargo, la persona afectada debe establecer contacto y mostrar motivación para asistir al asesoramiento.