Hay muchos factores que contribuyen a una buena relación entre el terapeuta y el cliente.
Hazte estas preguntas: ¿Me siento comprendido? ¿Me parece que el terapeuta es competente? ¿Me siento mejor o aliviado después de ver a mi terapeuta? ¿Puedo imaginarme creciendo o progresando durante la terapia?
Si respondes «sí» a la mayoría de estas preguntas, lo más probable es que tengas química con tu terapeuta. Intenta también expresar directamente tus preocupaciones, necesidades y expectativas. Esto le dará a tu terapeuta información importante para su trabajo.